¿Dudas entre contratar o no las fotografías de pareja conocidas como reportaje preboda? Aquí te doy algunas claves de por qué sí deberías hacerlo
Un buen día tu pareja y tú decidís casaros y, tras la desbordante alegría inicial, se abre todo un nuevo mundo ante vosotros. Hay miles de gestiones que hacer y cosas por decidir. Una de ellas es quién será el fotógrafo o la fotógrafa de vuestra boda, una decisión que siempre es importante porque será el encargado/a de vuestros recuerdos. Y, una vez elegido, otra de las dudas es qué servicios le vais a contratar. En los últimos años se han puesto de moda hacer reportajes preboda y postboda y son muchos clientes los que dudan sobre si merece la pena contratarlos o no. Hoy me centraré en los primeros –los de preboda- y en por qué siempre pedimos a nuestros clientes que lo hagan sí o sí. ¡Vamos allá!
- Es una excelente oportunidad para estrechar relaciones con el equipo de fotografía antes del enlace: El reportaje preboda es, como su nombre indica, una sesión que suele durar entre una y dos horasy que se hace semanas antes de la fecha de la boda. En Carmen Morales Fotografía nos gusta que sea un reportaje distendido, en el que la pareja pasee e interactúe en algún entorno bonito, totalmente relajados, mientras nosotros les hacemos algunas fotos y charlamos con ellos sobre el día del enlace. Para nosotros, es sumamente importante hacerlo porque nos permite conocer un poco mejor a los novios, cómo se comportan ante la cámara, qué tipo de fotos les van mejor o les gustan más, cuáles son sus preferencias, etcétera. Y a la pareja le ayuda a soltar esos nervios que puedan sentir ante la cámara, a tener una idea más exacta de cómo trabajamos y sobre qué les vamos a pedir y a sentirse más cómodos. En definitiva, todos ganamos.
- Son fotografías frescas y distentidas de la pareja antes de la boda: Estoy segura de que cuando las parejas vuelvan la vista atrás una vez pasen los años, les gustará también tener ese recuerdo de su boda. Podrán recordar qué sentían esos días, los nervios de los preparativos, la ilusión. Y lo verán todo en unas fotos frescas, llenas de sentimiento y de esa alegría que conllevan esos momentos tan especiales.
- Podréis usar esas fotos para cuestiones como las invitaciones, un álbum de firmas, los meseros, un slideshow para proyectarlo en la boda, la decoración del sitio donde se celebre el convite, y un largo etcétera. Hay tantas posibilidades como nos dé nuestra imaginación. Nuestra experiencia nos dice que queda muy chulo y que a los invitados les encanta ver esas imágenes, así que, ¿por qué renunciar a todas esas posibilidades?
- Nos permite tener más información y detalles sobre el día del enlace: Seamos realistas. En muchos casos, antes de la boda los novios han visto al fotógrafo o fotógrafos de su boda en muy contadas ocasiones y por un corto espacio de tiempo. Eso dificulta que podamos tener toda la información sobre temas importantes relacionados con la boda, como momentos o personas especiales, detalles a tener en cuenta, coordinación de horarios, etc. Por eso, la preboda nos permite tener una oportunidad más para ahondar en todos esos temas y que no quede absolutamente nada en el tintero.
- ¡Es muy divertido!: Las parejas con las que he trabajado hasta ahora recuerdan siempre su reportaje de preboda con especial cariño porque, sobre todo, lo pasaron muy bien. No olvidemos que es algo distendido, lejos de los nervios que pueden aflorar el día de la boda, y es una oportunidad para disfrutar, una vez más, de la compañía de la persona a la que quieres, recordar todo lo que supone para ti y reirte con él o ella. Lo pasaréis bien, seguro.
¿Aún necesitas más razones? Si te has quedado con dudas, escribe o llámame y estaré encantada de darte toda la información posible. ¿Qué dices, te animas?