Tener nuestras fotos impresas nos facilitará verlas y recordar esos momentos y solventará posibles pérdidas o fallos del dispositivo digital
Lo sé. Parece algo casi obsoleto hablar de fotos impresas, pero lo cierto es que soy una firme defensora de imprimir nuestras fotos más preciadas, incluso las que no son técnicamente tan buenas o profesionales. Tener nuestras fotos favoritas impresas y usarlas como adorno en nuestra vivienda, por ejemplo, nos facilitará ver y recordar frecuentemente ese momento o persona, lo que hace a esa persona especial.
Hoy en día, además, tenemos a nuestra mano múltiples y preciosas posibilidades para imprimir nuestras fotos y hacer con ellas un bonito recuerdo o adorno para nuestra casa. Fotocuadros de grandes o pequeñas dimensiones, preciosos marcos para colgar, calendarios, tacos de madera, cajas de luz que se pueden usar como pequeñas lámparas, cajas de madera con nuestros nombres impresos y las fotos dentro… Las posibilidades son tantas que casi abruma verlas. Y lo mejor, este tipo de productos no son caros y pueden estar al alcance de todos.

Lo cierto es que contar con este tipo de impresiones tiene múltiples ventajas. La primera es la belleza de lo tangible. Es una foto (o un conjunto de imágenes) que podemos tocar, sujetar, acercar y casi oler. Y eso no tiene precio.
Lo segundo es que, generalmente, nos facilitará verla a menudo, sobre todo si hemos optado por un fotocuadro, calendario, taco de madera o similar. ¿Cuántas veces dejamos las fotos en nuestro ordenador, disco duro, pendrive o cd y no volvemos a verlas nunca más? Tenerlas impresas y como elemento de decoración en casa evitará esto.
La tercera, y muy importante también, es que los soportes digitales pueden fallar. Los discos duros, cds, pendrives y similares se estropean y podemos perder esos bellos recuerdos. Por no hablar de que la tecnología va evolucionando y los soportes que ahora usamos pueden no existir en el futuro (¿quién se acuerda ya de los disquetes de ordenador, por ejemplo?). Por eso, tener algunas fotos impresas en álbumes, cajas, marcos o lo que sea nos permitirá conservar esos recuerdos más preciados aún cuando el soporte en el que la guardamos falle.
Por todos estos motivos y, simplemente, porque me gusta, de vez en cuando mando a algún laboratorio a imprimir fotos personales, de mi familia, mascotas, amigos y viajes, para conservar ese recuerdo. Y tú, ¿qué me cuentas? ¿Eres de los míos o prefieres tener las fotos en el ordenador o en el móvil?